Símbolo excepcional de la fusión de la ingeniería europea con el conocimiento mesoamericano, el acueducto del Padre Tembleque fue la obra hidráulica más importante construida en los 300 años que duró el virreinato español.
Es una de las adiciones más recientes a la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO (añadido en 2015).
Es una obra de ingeniería hidráulica más importante construida en el territorio novohispano durante el período colonial.
El acueducto fue terminado en 1572 y durante 450 años que ha estado en operación se ha mantenido en pie, como obra maestra de arquitectura y la ingeniería, símbolo de fusión occidental y mesoamericano.
Ubicación: Tepeyahualco, Hidalgo
Fecha de inscripción: 2015
Categoría: Bien cultural
Historia
40 comunidades indígenas de la región colaboraron con la empresa, aportando toda la mano de obra, y la cual incluía canteros, albañiles, ayudantes, peones y carpinteros. Cada día, entre 400 y 600 personas laboraban en la construcción del acueducto: la mitad para cargar el material, y la otra en la albañilería. Los trabajos se extendieron por 17 años, y el acueducto fue finalmente terminado en 1572.
Si bien la construcción fue dirigida por el padre Tembleque, la ejecución fue realizada enteramente por indígenas. Debido a esto, el acueducto se considera como un sistema hidráulico único en su tipo, pues refleja el encuentro
americano-europeo del siglo XVI. A lo largo de los siglos, el acueducto fue cuidado, mantenido y administrado por las comunidades locales que lo rodean, y el primer tramo (seis kilómetros que comunican los manantiales de El Tecajete con Zempoala), aún funciona, transportando agua que es usada para por los miembros de esta población para lavar e irrigar.